Todos experimentamos de tanto en tanto algunas de estas situaciones.
Es parte de nuestro aprendizaje entender que gran parte de lo que nos provoca el estrés depende de cómo lo vivimos y cómo lo tomamos.
Incorporar pequeños momentos que te provoquen bienestar y placer durante el día, aternándolos con tus obligaciones habituales nos ayudan a bajar la percepción del estrés. ¡Está comprobado!!!
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