Mucho más a menudo de lo que creemos, los síntomas físicos y enfermedades tienen su origen en nuestras emociones. Eso no significa que no sean reales o estén solo en nuestra mente. Significa que tus emociones pueden desequilibrarte.
Existe un pequeño truco que nos puede ayudar en muchos casos a determinar si una enfermedad o síntoma tiene un origen psicológico. Imagina, por ejemplo, que tienes contracturas o dolores de cabeza. Cuando es de origen físico (por ejemplo, una contractura tras un esfuerzo físico excesivo), el dolor sigue un curso similar al de una enfermedad aguda típica o alguna herida: el cuerpo reacciona y comienza la curación de inmediato, de modo que vas mejorando día tras día hasta que el problema desaparece por completo en poco tiempo. Sin embargo, cuando es de origen emocional, sigue estando ahí hagas lo que hagas. Tu cuerpo intenta curarse pero no lo consigue, porque la causa sigue presente, dentro de ti, en tu propia mente. Y mientras no vayas directamente a esa causa, no lograrás hacer desaparecer los síntomas.¡No te acostumbres a vivir con esa contractura!
Por eso, si es que esa contractura la tenés desde hace más de 3 meses, te invito a que intentes un tratamiento natural que no sólo va a aliviar el síntoma de la contractura, sino que va a actuar sobre tu estado emocional.
Mi recomiendación es este tratamiento:
Activador Antiestréss + Crema de Enebro + Oleo 31 + Esencia para Baño de Enebro
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